viernes, 14 de mayo de 2010

Soy el rey de las fichas blancas.

- Supongo que estoy buscando una razón.
- Pues, por mis observaciones creo que a veces es mejor no saber. Y otras veces no hay razón qué buscar.
- Todo tiene una razón.
- Mmm... es como estos pays y pasteles. Al final de cada noche, el de queso y el de manzana, siempre se acaban por completo. Y el de durazon y el de chocolate nunca se acaban. Pero siempre queda aquí el de arándano sin tocarse.
- Qué tiene de malo el pay de arándano?
- Ese pay no tiene nada de malo, las personas deciden otras cosas. No puedes culpar al pay de arándano, sólo que nadie lo quiere. (A punto de arrojarlo a la basura)
- Oye! Yo sí quiero.
- Con helado?
- Si.
- Dejamelo a mi.

- Aquí tienes. Disfrutalo.
- Gracias. No está mal.
- Te gustó?
- Deberías comer.
- No, estoy bien. Yo tengo uno.

The next day.

- Me contarías las historias detrás de las otras llaves?
- Para?
- Sólo... me pregunto cómo terminaron aquí.
- Toma una. Esas eran de una pareja hace unos años, los ingenuos creyeron que pasarían el resto de sus vidas juntos.
- Y, qué pasó?
- Pasó la vida, pasaron cosas y... el tiempo pasó. Es casi siempre lo que sucede en la vida.
- O tal vez uno de ellos se fue con alguien más.
- O tal vez los sentimientos se fueron.
- Y éstas?
- Esas eran de una mujer anciana, su mejor amigo las tomaba y la iba a visitar, pero ella las tiró y nunca la vi de nuevo. Así que asumo... digo, era una anciana asi que asumo que murió o algo.
- Qué hay de éstas?
- Esas eran de un joven, de Manchester, Inglaterra. Tenía muchos planes y soñaba con correr cada maratón en este país, empezando con Nueva York. Iba a escribir un diario sobre sus experiencias y terminó administrando un café. Luego se las dio a una chica rusa que le gustaba coleccionarlas y ver atardeceres; y por desgracia, le gustaban los atardeceres más que las llaves y un día desapareció.
- Por qué no vas a buscarla?
- Cuando era niño mi mamá me llevaba al parque el fin de semana, y decía que si me perdía debía quedarme en un lugar para que ella me encontrara.
- Te funciona?
- No, creo que no. Una vez se perdió buscandome. ¿Quieres más helado?
- No, gracias.
- Sí quieres.
- No, estoy bien. Gracias.


- Ya es tarde, como siempre.
- Ah... No, gracias. Me devuelves mis llaves?
- Si, claro.
- Y ya se... ya se arregló todo entonces?
- Gracias. (se va)


(Luego de un rato, ambos con las narices sangrando)

- Nunca he sido buena con las confrontaciones. Algunos lo disfrutan, yo no.
- Hey, estás bien ? Llamamos a la policía ?
- No, no logró llevarse muchas cosas. Especialmente después de que le pateé las bolas.
- Lo hiciste ?
(risas)
- Y qué te pasó a ti?
- Creo que me atraganté de chocolate.
- Qué le pasa a tu cámara?
- Ahhh, nose. Ha estado muy loca estos últimos días.
- Eso no evita que las personas roben, verdad?
- No, creo que no. Pero me gusta tenerla porque para mi es como un diario. Te diré que... unas noches veo los videos y, y me asombra cuánto me perdí de lo que sucedió frente a mi.
- Debes tener muchas cintas.
- No las conservo todas. No estoy tan loco. Sólo las importantes.
- Puedo verlas?
- Si, claro. Ven.

(Viendolas, llora)

(He speaks)

Dejó sus llaves y desapareció esa noche.

(She speaks)

No le dije adiós. No le dije nada. Sólo huí. Al final de esa noche decidí tomar el camino más largo para cruzar la calle.

(She writes to him)

Querido Jeremy: como puedes ver en esta postal, ahora estoy en Memphis. Tardé mucho en llegar aquí y no estoy segura de cuánto me quedaré. Durante el día trabajo en un merendel. No puedo dormir a la noche, asi que también trabajo de mesera en un bar. Es horrible, pero las propinas son buenas. Tener dos turnos es muy cansador, pero al menos estoy ocupada. Y lo más importante me hace no pensar en él.

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