viernes, 14 de mayo de 2010

Imagine myself being yours.

Cuando te has ido sólo quedan las memorias que creaste en la vida de otras personas o sólo unas pocas cosas en la cuenta.
Siempre sentí que podía decirte cualquier cosa. Encontrarás aquí una cuenta que cree para ti. Me pregunto cómo me recuerdas, como la chica a la que le gustaba el pay de arándano o como la chica del corazón roto?

Día 185, a 6286 km de Nueva York.

- Tal vez buscás en malos lugares o te aferras a los recuerdos.
- Te ves hermosa.
- Empiezo a lucir como mi mamá.
- Es mejor que verte como tu papá, he visto fotos de él.
(Risas)
- Aún tienes las llaves ?
- Si. Siempre recuerdo lo que dijiste sobre nunca tirarlas, sobre nunca cerrar esas puertas para siempre, no lo olvido.
- A veces incluso si tienes las llaves las puertas no se pueden abrir, no?
- Aún si la puerta está abierta la persona que buscás puede no estar ahi. Hace unos años tuve un sueño, comenzaba en verano y seguía hasta la primavera. En medio había muchas noches infelices, igual que días felices. La mayoría sucedían en este café, y una noche se cerró una puerta y el sueño se acabó.
- Debo irme ya. Debo tomar un vuelo en la mañana, gracias por el cigarro. Sabés? No pensé que siguieras aquí.
- ¿Por qué viniste?
- Adiós J.
- Adiós.

Jeremy: siempre me fascinaron los jugadores de cartas. Arriesgan todo a sus instintos y su suerte. Me pregunto si yo podría hacer los mismos movimientos en su posición... o me retiraría. Trabajar largas horas en el casino te hace perder la cuenta del tiempo y nunca estoy segura si es de día o de noche, pero al menos ya no debo preocuparme por mi problema de no dormir. De alguna forma, se ha ido.

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