martes, 11 de mayo de 2010

Talk to me softly... there's something in your eyes.


Te estamos necesitando.

Hay muchos ruidos y gritos. También puertas rotas. Paredes escritas y animación para bebés. Hay desorden en la mesa, la ropa sigue en el sillón. Cuadernos y sacos colgados en las sillas. Juguetes por el piso, y peluches en otro de los sillones. Un pasillo y las camas de nuestra habitación desarmadas aún con ropa y autos de juguete sobre ellas. Tu cuarto está más ordenado y en paz que nunca. Tu cama tendida y tu ropa doblada en cada cajón del armario. Tu bolsa con caramelos de menta que no pudiste probar antes de despedirte, para siempre. Tu voz sigue retumbando en las paredes hasta mis oídos y me alegro por ello.

Una mujer con los ojos marrones oscuro más cansados que vi, toma un baño y llora en silencio.

Otra mujer con los ojos verdes más tristes que vi, abraza a la anterior envolviendola en un cálido abrazo que el tiempo no se atreve a juzgar. Las lágrimas de la más joven caen y las palabras de esperanza de la otra intentan detenerlas antes de que sea tarde. Lo consiguen.

La luna y los ojos verdes detenidos en ella. Pensamientos y recuerdos. No quiere más gritos, ni comida, ni búsqueda de lugares nuevos para vivir, ni noches infelices, ni lágrimas, ni violencia, ni desencanto, ni rechazo, ni dolor.

Cuidanos.

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