jueves, 4 de marzo de 2010

In my life... i love you more.


"Vuelvo a leer todo el correo una y otra vez, y acabo memorizandolo sin querer. Mi instinto me impulsa a contestarle de inmediato, aunque sólo sea para prolongar nuestro contacto. Casi preferiría la agonía de esperar su respuesta, que no tener nada que esperar en absoluto. No me siento preparada para soltar amarras. Él tiene razón: nunca se me dio bien decir lo que quería decir o de entrada ni siquiera supe qué era lo que quería decir.
Me doy cuenta de que sus palabras contienen una decisión implícita. "Por lo tanto, creo que tal vez sea momento de despedirme de ti." Durante unos minutos deposito la esperanza en la locución "tal vez", como si ésta sugiriese alguna vacilación por su parte. Pero después de leer la frase para mí en voz alta, sé que estoy equivocada. Pedí una despedida, y ya tengo una. "Adiós", digo para mí, como una espamódica salmodia.
Aunque quiero enviarle un mensaje, me contengo. Porque todavía no sé lo que quiero decir. Lo único que sé es que hay palabras ahi afuera que desearía poder retirar, palabras que ojalá no hubiera dicho nunca. Palabras como "si" y palabras como "adiós." "

No hay comentarios: